Si has decidido empezar tu entrenamiento mental para mejorar tu rendimiento musical ¡enhorabuena! Has entendido que un buen músico también cuida su mente y entrena sus habilidades psicológicas para sacar el máximo rendimiento a sus capacidades.

Pero en muchas ocasiones ocurre que, tras ese primer momento de motivación en el que un músico se propone iniciar su entrenamiento mental, llega otro de frustración por no alcanzar las expectativas que tenía en un principio. Sobre todo, cuando no hay un profesional detrás supervisando la evolución.

Por eso hoy quiero hablarte sobre algunos aspectos que deberías tener en cuenta.

La práctica mental es un proceso lento, no busques resultados rápidos.

Lo veo todos los días en consulta (no solamente en los músicos): las personas buscamos resultados rápidos. Y no es de extrañar, ya que vivimos en el mundo de la inmediatez. Lo tenemos prácticamente todo al alcance de la mano y en un breve espacio de tiempo. Pero no podemos pretender que nuestro cerebro aprenda tan rápido como nuestro dedo da un clic al ratón de un ordenador o a la pantalla de un teléfono móvil.

Las personas no somos máquinas. Pero tú, como músico, entenderás esto con facilidad. ¿Acaso has aprendido a tocar tu instrumento de un día para otro? Estoy segura de que no. Es más, me atrevería a afirmar, que aunque lleves años tocando un instrumento y seas un profesional estupendo, todavía te quedan cosas por aprender y mejorar.

Así que entiende el entrenamiento mental de igual forma que entiendes el aprendizaje musical, como algo que se va adquiriendo poco a poco. No tengas prisa, sólo conseguirás frustrarte.

La constancia es la clave.

De nada sirve que un día dediques una hora entera a entrenar tu mente si luego no vuelves a practicar en semanas. En este caso, sería como hacer deporte. Imagínate que un día vas al gimnasio y machacas tus abdominales durante una hora entera. Sales de allí muy motivado y orgulloso por lo que has hecho (además de con unas buenas agujetas) pero… no vuelves hasta pasado un mes. No soy una gran experta en deporte, pero creo que no notarías muchos resultados con tan poca constancia.

En lo que sí puedo considerarme entendida, es en la mente humana, y créeme, en cualquier cosa que tenga que ver con entrenar las habilidades psicológicas es mejor un poco todos los días que mucho pero de forma inconsistente.

Supera la pereza con la regla del minuto

Si aun teniendo en cuenta todo esto te cuesta superar la pereza y ponerte a entrenar, puedes aplicar la regla del minuto. Consiste en que inicialmente te propongas como objetivo entrenar todos los días durante un minuto. Parece un objetivo fácil de alcanzar ¿verdad? Pues en su sencillez reside su efectividad. Es tan sencillo que no te costará llevarlo a cabo, pero sin darte cuenta estarás estableciendo el hábito del entrenamiento mental, y una vez establecido el hábito podrás ir aumentando el tiempo. Es más, seguramente empieces a aumentar el tiempo de entrenamiento sin darte cuenta.

¿No sabes cómo empezar tu entrenamiento mental dedicando tan solo un minuto al día? Pues aquí te hablo sobre un ejercicio que te ayudará a ponerlo en práctica.